lunes, 27 de febrero de 2012

Regreso a la universidad




Cuando ya lo había descartado regresé  a las aulas universitarias después de cinco años de ausencia. Una sola razón fue suficiente para convencerme que por más que rehuyera, mis compromisos con la educación siguen vigentes. Desde que dejé de impartir clases en el año 2007, nunca he dejado de estar en contacto con estudiantes. Las facilidades que brindan las nuevas tecnologías de información, permitieron que el cordón umbilical que me ligaba al estudiantado se mantuviera. El apoyo que brindé a la URACCAN en la creación de la carrera de comunicación, forjaron lazos indisolubles con esta prestigiosa casa de estudios del Caribe nicaragüense. La misma ayuda ofrecí en la cristalización de una de sus iniciativas más felices: la apertura de la Maestría en Comunicación Intercultural, donde fui invitado a impartir clases.

En diferentes momentos he confesado la pasión que siento por mis tres grandes amores: enseñar, leer y escribir. Provengo de una familia entregada en cuerpo y alma a la enseñanza. Por el lado paterno, maestros fueron mi abuelo Guillermo Rothschuh Cisneros, mi padre Guillermo Rothschuh Tablada y mis tías Liliana y Yolanda Rothschuh Tablada. Maestras han sido mi abuela materna, Berta Suárez de Villanueva, mi madre María Elba Villanueva y mi tía Berta del Socorro Villanueva. Crecí en una ciudad donde el magisterio de mi padre se hacía sentir por todos lados. Su escogencia como mejor maestro de Nicaragua por la Fundación Luisa Mercado y el otorgamiento del Doctorado Honoris Causa de  la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, fueron para mí el resultado natural de una vida entregada a la educación  primaria, secundaria y universitaria.

Las ofertas recibidas de al menos cuatro universidades, las rechacé convencido que en 2009 había cerrado mi ciclo académico. Las consultas y demandas estudiantiles, con quienes he mantenido relaciones de camaradería, tornaron inevitable mi regreso a la universidad. Una de sus críticas más severas se debe a que desean mayor entrega y una interlocución fluida con el profesorado. Al menos yo no puedo quejarme. Debo sentirme dichoso. Los centros de enseñanza pública nada tenían que envidiar a la educación privada. Durante mis estudios de secundaria y universitaria, encontré en algunos profesores, atención y respuesta a mis inquietudes intelectuales. Buscábamos y encontrábamos. Los jesuitas en la UCA eran capitanes con ejército, no como ahora en su mayoría generales sin tropas.

Si algo enorgullece a mi generación, fue haber encontrado en Dibar, Arríen, Caballero, Anitúa, Oyanguren, Arguello Hurtado, Martínez, Otaño, Cardenal, Uriarte, Enríquez, los López de la Fuente, etc., un conjunto de prominentes intelectuales, preocupados por nuestra formación integral. Uno podía conversar con el poeta Pablo Antonio Cuadra, Director del Departamento de Cultura. Igual podíamos hacer con Manolo Morales, Tito Castillo, Rodolfo Sandino Arguello, Edgard Sotomayor Valdivia, Guillermo Vargas Sandino, Danilo Manzanares, Roberto Ortiz Urbina, Oscar Tenorio y Gonzalo Solórzano Belli. Estos ejemplos bastan para conocer los abrevaderos donde nutrí y consolidé mi vocación y entrega a la educación universitaria. La UCA fue mi alma mater y donde laboré 33 años como docente.

Las exigencias académicas de los estudiantes de periodismo en Chontales, Boaco, León y Estelí; las demandas formuladas por los alumnos de periodismo y comunicación de Managua, Matagalpa y Bluefields, sabedores que contaban con mi ayuda cuando la necesitaran, fueron determinantes para fundar la Cátedra Abierta en la Universidad de Ciencias Comerciales. La Presidente de su Junta Directiva, Nejama Bergman Padilla y su Rector, Gilberto Bergman Padilla, me confiaron la responsabilidad de crear un foro educativo para las diferentes carreras que imparten en la UCC. Un lugar de reflexión, contraste, apertura crítica, contactos profesionales y conocimiento de la realidad nacional. Un sitio de encuentro para que su estudiantes dialoguen sin cortapisas con los principales actores de la vida del país.

La formación de su alumnado requería una instancia donde aprendieran a escuchar, preguntar, disentir, debatir y comprender que el espectro de las políticas nacionales está teñido de una enorme diversidad de colores. La multiplicidad de ideas, planteamientos, sugerencias, propuestas y acercamientos alrededor de un mismo tema –este año sobre el municipalismo y sus implicaciones para la vida nacional- ofrece al estudiantado una visión amplia y calificada e información de primera mano, en un año de elecciones municipales. La disertación inaugural del Ing. Dionisio Marenco, fue una especie de diagnóstico, proseguida de sugerencias puntuales acerca de los principales problemas que abaten la capital y el orden de prioridades, según su criterio, en que deben enfrentarse.                

La ponencia del Dr. Danilo Aguirre Solís versó acerca de la importancia de la institucionalidad en los procesos de gestación democrática y su incidencia en el desarrollo de las sociedades. La tercera Cátedra Abierta, bajo la responsabilidad del experto fiscal, Dr. Julio Francisco Báez, versó sobre un tema que ameritaba un análisis prolijo. Con enorme capacidad didáctica explicó cómo funcionan en la práctica la desconcentración y descentralización municipal, un nudo gordiano que merece atención especial por su incidencia en el desarrollo municipal. Despejó una de las interrogantes que afloran cada vez que se toca el tema del municipalismo, ¿Por qué los municipios son considerados como cenicientas de las reformas fiscales? Las municipalidades requieren de finanzas propias para operar exitosamente. 

 El primero de marzo Día Nacional del Periodista, invitamos a Carlos Fernando Chamorro, para que nos explique el papel de la comunicación y el aporte que pueden hacer los corresponsales poniendo en perspectiva sus localidades. La mayoría de los medios padecen del mal del “managuacentrismo”, que no es otra cosa que hacer de la capital su principal foco de interés noticioso. Un grave error. Los nicaragüenses aspiran disponer de una mirada que les permita enterarse de lo que ocurre en todos los departamentos. Una explicación cabal de los hechos más relevantes del país. La costa Caribe merece un mejor tratamiento informativo. Contribuir a que todo esto ocurra, justifica plenamente mi retorno a las aulas. ¡Después de todo nunca me desvinculé del estudiantado universitario!   

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